lunes, 28 de mayo de 2012

“Oye, Dios.. Está atento.. Escucha mi oración”


Devocional # 22      28 de mayo 2012


Salmo 17:1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor.  Escucha mi oración hecha de labios sin engaño. 2  De tu presencia proceda mi vindicación;  Vean tus ojos la rectitud. 3  Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche;  Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste;  He resuelto que mi boca no haga transgresión. 4  En cuanto a las obras humanas, por la palabra de tus labios
 Yo me he guardado de las sendas de los violentos. 5  Sustenta mis pasos en tus caminos,  Para que mis pies no resbalen. 6  Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios;  Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra. 7  Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra,  De los que se levantan contra ellos. 8  Guárdame como a la niña de tus ojos;
 Escóndeme bajo la sombra de tus alas, 9  De la vista de los malos que me oprimen,  De mis enemigos que buscan mi vida. 10  Envueltos están con su grosura;  Con su boca hablan arrogantemente. 11  Han cercado ahora nuestros pasos; Tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra. 12  Son como león que desea hacer presa, Y como leoncillo que está en su escondite. 13  Levántate, oh Jehová;
 Sal a su encuentro, póstrales; Libra mi alma de los malos con tu espada, 14  De los hombres con tu mano, oh Jehová,  De los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida,  Y cuyo vientre está lleno de tu tesoro. Sacian a sus hijos, Y aun sobra para sus pequeñuelos. 15  En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia;  Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.

“Oye, Dios.. Está atento.. Escucha mi oración”

David era un hombre según el propio corazón de Dios, por eso era un hombre de oración. Era un maestro en el arte sagrado de la súplica. Recurrió a la oración en todo tiempo de necesidad. Tenemos aquí un cántico doliente. «Una apelación al cielo» por las persecuciones en la tierra. C. H. Spurgeon.

Vers. 1. Oye,..Está atento,..Escucha mi oración. Tanta repetición no es un pleonasmo ni una falta de ortografía, sino que es un golpe repetido del martillo que da en el mismo clavo, para clavarlo hasta el fondo de forma efectiva. Así quería que su oración llegara hasta el mismo trono de la Gracia.

Vers. 2. De tu presencia proceda mi vindicación. Con Jesús como nuestra justicia completa y gloriosa no tenemos que temer aunque el día del juicio comience al instante y el infierno abra su boca a nuestros pies.

Vers. 3. Tú has probado mi corazón, me has inspeccionado de noche, me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste. Sin duda el Salmista no quiere auto-justificarse ni creo que se sintiera perfecto en sus caminos; porque si el Señor pone a prueba al mejor de su pueblo en el crisol, la escoria haría su aparición terrible. Pues cuando el Jefe de los  refinadores,  al  final,  nos  diga  que  no  ha  hallado  nada en nuestra contra,  será  un  momento  glorioso verdaderamente. «Están sin falta alguna delante del trono de Dios». Incluso aquí, vistos en la Cabeza del pacto por lo menos, el Señor no ve pecado en Jacob ni perversidad en Israel; incluso la mirada escrutadora del Omnisciente no puede ver falta donde el gran Sustituto (Cristo) lo cubre todo con su hermosura y perfección.

Vers. 15. «En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho, cuando despierte a tu semejanza» en aquel glorioso día cuando todos veamos los triunfos de Jesús, y cuando su pueblo será victorioso con El.

Muy claro es en quien tiene puesta su fe el rey David, él recurría a la oración y se deleitaba en la Palabra de Dios (“cuanto amo yo tu ley”) tanto en momentos de angustia como de alegría.

Tú puedes ir también como David, a Dios en oración y a través de Su Palabra en estos momentos y encontrar en Cristo esa misma fe y ese mismo gozo.


Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
Iglesia Nacional Presbiteriana
tel: (81) 8352 6165

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martes, 15 de mayo de 2012

Seguridad eterna en Dios: una posesión


Devocional # 21      15 de mayo 201

Seguridad eterna en Dios: una posesión

Salmo 16:1 Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. 2  Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti.
3  Para los santos que están en la tierra,  Y para los íntegros, es toda mi complacencia. 4  Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios.  No ofreceré yo sus libaciones de sangre,  Ni en mis labios tomaré sus nombres. 5  Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;  Tú sustentas mi suerte. 6  Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,  Y es hermosa la heredad que me ha tocado. 7  Bendeciré a Jehová que me aconseja;  Aun en las noches me enseña mi conciencia. 8  A Jehová he puesto siempre delante de mí;  Porque está a mi diestra, no seré conmovido. 9  Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma;  Mi carne también reposará confiadamente; 10  Porque no dejarás mi alma en el Seol,    Ni permitirás que tu santo vea corrupción.  11  Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo;  Delicias a tu diestra para siempre.


A este salmo se le llama meditación Mictam, u oración silenciosa.
Según el NT este Salmo viene de David (Hechos_2:25 http://bibliaparalela.com/acts/2.htm ; y 13:35-36 http://se.bibliaparalela.com/acts/13.htm). Es claro que fue compuesto en tiempo de crisis, pero la crisis está eclipsada por la confianza en Dios.

Verso 1; Guárdame… me he refugiado. El clamor y la confianza van juntas. Cuando más vemos nuestra necesidad, más dependemos de Dios

Verso 5 y el 11 nos muestra ¡Qué grande es Dios que sostiene nuestro destino! la senda de la vida no habla sólo de la meta sino es la manera de vivir, es verdaderamente la vida; pero también el sentido de comunión íntima con Dios se extiende a la seguridad de gozar de esta intimidad para siempre (Kidner).

El verso 8 Al decir que él "no será conmovido", David expresa el sentido de seguridad único que experimentan los creyentes. Dios no exime a los suyos de las circunstancias diarias de la vida. Los creyentes y los no creyentes experimentan de igual forma el dolor, los problemas y a veces los fracasos. La persona que no cree tiene desesperanza acerca de la vida y confusión sobre su verdadero propósito en la tierra. Los que buscan a Dios, sin embargo, pueden marchar hacia adelante confiando en que Él enderezará nuestras veredas (Proverbios 3;5-7, http://se.bibliaparalela.com/proverbs/3.htm) y sabemos que Dios nos protegerá y no nos dejará apartarnos de su camino.

9 El corazón de David estaba contento: había descubierto el secreto del gozo. El verdadero gozo va más allá de la felicidad. Podemos sentirlo a pesar de los problemas más profundos. La felicidad es temporal debido a que está basada en las circunstancias externas, pero el gozo perdura porque está basado en la presencia de Dios dentro de nosotros mismos. Al contemplar su presencia cada día, hallará contentamiento. A medida que entendamos el futuro que El tiene preparado para nosotros, estaremos gozosos. No basemos nuestra vida en las circunstancias, sino en Dios.

Verso 10 y 11, este es un Salmo mesiánico; proféticamente declara que su santo (Jesús) será resucitado de entre los muertos, físicamente sin corrupción. Este fue el extraordinario anuncio de Pedro el día de Pentecostés.

David había encontrado la clave de su GOZO, Su Santo (Cristo), que era el objeto de esperanza y de su gozo que perdura no por las circunstancias; sino por la presencia misma de Cristo en su vida.

Te dejo este mensaje, si tu también las circunstancias te han llevado a la desesperación, a la angustia, hay un camino más excelente, Cristo quien dijo; “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie viene la Padre sino por (a través) de Mí” Juan 14:6



Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
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lunes, 7 de mayo de 2012

El Huésped del Señor ¿quién habitará en tu Monte Santo?


Devocional # 20      07 de mayo 201

                        El HUÉSPED Del señor:

Salmo 15:1  Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?  ¿Quién morará en tu monte santo? 2  El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. 3  El que no calumnia con su lengua,  Ni hace mal a su prójimo,  Ni admite reproche alguno contra su vecino. 4  Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,  Pero honra a los que temen a Jehová.  El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia; 5  Quien su dinero no dio a usura,  Ni contra el inocente admitió cohecho.  El que hace estas cosas, no resbalará jamás.

El punto central del Salmo es “residencia” ([1], habitará… residirá): ¿Cómo puede uno residir en su tabernáculo, disfrutando de su hospitalidad como huésped en su casa? Aquí está la santidad sin la cual nadie ve a Dios (Hebreos. 12:14), que abarca conducta, conversación y relaciones (2, 3), valores, integridad y contentamiento material (4, 5).

“Tabernáculo” y “monte santo” son palabras intercambiables que describen el principal centro de la adoración israelita: la morada de Dios.
¡El que hace estas cosas, no resbalará jamás! Dios es santo y pide santidad de sus oradores.

A veces se ha enfatizado tanto la santidad como medio propio para llegar a Dios que las personas no se atreven a acercarse a Dios.

Hemos de reconocer que nadie puede cumplir este mandato de Dios; pero los salmistas también reconocieron la gracia de Dios y, seguros de su misericordia y su perdón, pudieron acercarse a Dios con humildad, pero a la vez con plena confianza.

La Palabra de Dios nos dice que la Gracia plena y personificada de Dios es Cristo mismo

Juan 15:1  Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2  Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3  Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4  Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5  Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto;
“porque separados de mí nada podéis hacer”.

Volvamos a la primera pregunta ¿quién habitará en tu tabernáculo?  ¿Quién morará en tu monte santo?, Solo a través de Cristo podremos habitar en el tabernáculo o Monte Santo

Juan 14:6  Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.


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martes, 1 de mayo de 2012

Necedad, corrupción del hombre y su Esperanza


Devocional # 19      01 de mayo 2012

Necedad, corrupción del hombre y su Esperanza


Salmo 14:1   Dice el necio en su corazón: No hay Dios.  Se han corrompido, hacen obras abominables;  No hay quien haga el bien. 2  Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres,  Para ver si había algún entendido,  Que buscara a Dios. 3  Todos se desviaron, a una se han corrompido;  No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 4  ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad, Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan,  Y a Jehová no invocan? 5  Ellos temblaron de espanto;  Porque Dios está con la generación de los justos. 6  Del consejo del pobre se han burlado,  Pero Jehová es su esperanza. 7  ¡Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel!  Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo,  Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.

Necio, se describe como lo opuesto del sensato (v. 2). En este caso el necio es el materialista que cree que puede organizar su vida sin la ayuda de Dios. Puede ser uno que niega la existencia de Dios, pero en el tiempo de David era más bien el que vivía como si Dios no existiera. Desde el punto de vista bíblico es necio y sin sentido el que no toma en cuenta a Dios.

Dijo...en su corazón, es decir, piensa así; todo su pensamiento es así. Está en contraste con el sabio cuya vida se basa en el temor de Dios.

Corrompidocosas abominables indica las consecuencias de no dar a Dios su lugar. Esta descripción es típica de una persona o una sociedad apartada de Dios.

Todos se desviaron (v. 3); cada una de las cuatro líneas de este versículo enfatiza la totalidad de este desvío. Pablo cita los vv. 1-3 en Romanos 3:10-12 y termina diciendo: Todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios (Romanos 3:23). Nótese que la misma enseñanza se encuentra varias veces en el AT: Todos nosotros nos descarriamos como ovejas; cada cual se apartó por su camino (Isaías 53:6).

La Biblia es clara, nadie puede alcanzar la salvación en base a sus propios méritos. Más bien absolutamente todos se han corrompido; la palabra alaj que es la que se traduce como corrompido;  se usa para leche que se pudre; aquí en el Salmo describe a las personas que NO toman en cuenta a Dios y que viven como que Dios existiera; son las personas “podridas”.

El v. 4 muestra que el no invocar a Dios y el oprimir al pueblo van juntos; es decir, las raíces de la injusticia son: el no invocar a Dios y tomarlo en cuenta en todo.

Por la frase restaure de la cautividad algunos creen que el Salmo fue compuesto en el exilio o que el v. 7 fue agregado durante la cautividad. Es posible, pero también puede hablar de “restaurar la normalidad” de cualquier crisis.

Dios promete victoria y restauración. Muchas veces parece que los impíos tienen la ventaja; pero Dios da vindicación a su pueblo, lo hace regocijarse en él y en su justicia.

La enseñanza que nos deja el Salmo es que al que va por tu camino sin Cristo en su vida la Biblia los llama necios,  mientras al que busca a Dios a través de Cristo es sensato y busca la justicia.

¿Con quién te identificas?


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