martes, 29 de octubre de 2013

"...y todos los árboles del campo aplaudirán"

Devocional # 71    30-Octubre-2013

"...y todos los árboles del campo aplaudirán"

Isaías 55 12 »Ustedes saldrán con alegría, y volverán en paz; los montes y las colinas cantarán al paso de ustedes, y todos los árboles del campo aplaudirán.
13 En lugar de zarzas, crecerán cipreses; en lugar de ortigas, crecerán arrayanes. Esto dará lustre al nombre del Señor; ¡será una señal eterna que durará para siempre!»


Cuando es perdonado el pecado, termina el motivo de nuestra mayor pena y comienza nuestra verdadera alegría. Tal es el gozo que el Señor derrama sobre aquellos que han sido reconciliados con Él y que inunda de alegría a toda la creación.

Nos podemos imaginar este acto salvador como un concierto de un coro:

Hay en el mundo material una música latente, y el corazón renovado puede hacerla brotar y transformarla en armonías sensibles. La creación es como un órgano; el hombre santificado conoce la tecla sobre la cual con sólo poner la mano despierta en el universo entero un concierto de alabanzas.

Los montes y collados, con todas las magnificencias de la naturaleza son, por decirlo así, el bajo del coro; en tanto que los árboles del bosque y toda la creación animada son la melodía y el canto. Cuando la Palabra de Dios produce frutos en nosotros y las almas se salvan, todo parece cantar en derredor nuestro. Cuando escuchamos el testimonio de los nuevos convertidos y las experiencias de los más antiguos, es tanta nuestra alegría que no podemos por menos de alabar a Dios; y parécenos que las rocas y collados, los bosques y los campos, resuenan con los ecos de nuestros cánticos de gozo y convierten al universo entero en una orquesta inmensa. Señor, en este alegre día, condúcenos para alabar tu nombre como tú te mereces y como tú quieres.

Lucas 15: 10 Yo les digo a ustedes que el mismo gozo hay delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.»



Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
Iglesia Nacional Presbiteriana
tel: (81) 8352 6165

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lunes, 21 de octubre de 2013

Los perfectos heredarán el bien



Devocional # 70    21-Octubre-2013


Los perfectos heredarán el bien. Proverbios 28:10

El Libro de los Proverbios es también un libro de promesas. Las promesas para el pueblo de Dios deberían ser consideradas como proverbios. Y aquí tenemos una promesa digna de ser meditada.

Estamos acostumbrados a creer que los bienes terrenales son reversibles y aquí se nos enseña que los tenemos como una herencia. Ni la astucia, ni la mala fe de nuestros enemigos podrán arruinarnos: ellas mismas caerán en la fosa que han cavado.

Nuestra herencia se halla tan asegurada, que nadie podrá privarnos de ella, ni engañarnos para que la perdamos. ¿Qué tenemos ahora? Poseemos la sangre preciosa de Cristo que nos da la tranquilidad de conciencia; el amor de Dios es nuestro que no sufre variaciones ni cambios. Tenemos el gran medio de la oración por la cual podemos susurrarle a su oído; tenemos la providencia de Dios que vela sobre nosotros, su Santo Espíritu que nos santifica cada día y mora en nosotros. Todo esto es nuestro. «Sea lo presente, sea lo porvenir, todo es nuestro». Jesús es nuestro: la divina Trinidad nos pertenece.

¡Aleluya!, Espera y desecha, todo temor, toda queja, todo llanto, toda tristeza, porque somos herederos del bien. Vivamos en Dios y en su consuelo, alegrémonos en Él todo el día. Ayúdanos, Espíritu Santo a alegrarnos en Él!

Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
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jueves, 17 de octubre de 2013

En el desierto me ganaré su corazón



Devocional # 69    17-Octubre-2013

Yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Oseas 2:14 (RV60);   14»Sin embargo, volveré a cortejarla. La llevaré al desierto, y allí me ganaré su corazón. (Versión Reyna Valera Contemporánea, RVC)

Nuestro benigno Dios, viendo cuántos atractivos tiene para nosotros el pecado, ha querido regresarnos hacia Él, ejerce sobre nosotros el más poderoso atractivo de su amor. Aún recordamos cómo nos atrajo el mejor amigo de nuestras almas para arrancarnos de los encantos del mundo
Esto mismo está dispuesto a hacer cuantas veces sea necesario para sacaros de las redes del pecado.

Dios promete, con el fin de ejercer una acción más eficaz en nosotros, llevarnos a un lugar apartado, que no es precisamente un paraíso, sino un desierto, porque allí nada hay que pueda estorbar nuestra relación con Dios.

En el desierto de la aflicción, la presencia de Dios es nuestro mayor bien; allí vemos su compañía mucho más preciosa que muchas glorias del mundo. Si no vemos esto es que aún no termina con nocotros

La soledad y la aflicción sirven para acercarnos a nuestro Padre mucho mejor que cualquier otro medio.
Cuando somos apartados de este modo y acercarnos a Dios, el Señor puede decirnos muchas cosas excelentes para nuestro consuelo. ¡Ojalá pudiéramos saber por experiencia cuán grande es el valor de esta promesa! Atraídos por su amor, separados por la prueba y consolados por el Espíritu de verdad, conoceremos al Señor y cantaremos con gozo sus alabanzas.

Los momentos sombríos de la vida, durarán solo el tiempo necesario para que Dios lleve a cabo su propósito en nosotros; 2 Corintios 4: 17 Porque estos sufrimientos insignificantes y momentáneos producen en nosotros una gloria cada vez más excelsa y eterna. (RVC)

Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
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sábado, 5 de octubre de 2013

El que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.



Devocional # 68    5-Octubre-2013

Gálatas 6:8 El que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

Alguien pensará que sembrar es una ocupación vana porque depositamos buen trigo en la tierra y ya no lo vemos más. Sembrar para el Espíritu puede también parecer una quimera, un sueño, porque nos negamos a nosotros mismos y en apariencia nada recibimos. Pero si sembramos para el Espíritu procurando vivir para Dios, obedeciendo su voluntad, haciendo todo para su gloria y no fomentando nuestra gloria, nuestra siembra no será en vano.

La vida será nuestra recompensa: cosecharemos la vida eterna según nos dice el apóstol Pablo. Ahora bien, esta vida la poseemos tan pronto como comenzamos a conocer a Cristo, entramos en comunión con Él, y nos gozamos con Él. Esta vida sigue su curso como un río que va ensanchándose y profundizando hasta llevarnos al océano de la felicidad infinita donde la vida de Dios nos pertenece para siempre.

No sembremos hoy para nuestra carne porque la siega será corrupción, ya que la carne siempre nos lleva a eso; al contrario, debemos luchar contra nuestra carne, vivamos para fines más elevados, más puros y espirituales, buscando la gloria de nuestro Dios por la obediencia a su Espíritu de gracia.

La versión Reyna Valera Contemporánea (RVC), nos dice: 8 El que siembra para sí mismo, de sí mismo cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.

Sembrar para la carne es sembrar para nosotros mismos, nuestro ego, si sembramos para cualquier otra cosa que no sea para el Espíritu, será sembrar para la carne para nuestro ego y cosecharemos corrupción.

¿Cómo vamos a sembrar para el Espíritu?, el apóstol Pablo nos sigue diciendo: 9 No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo cosecharemos, si no nos desanimamos. 10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

¡Qué siega tan admirable será la siega de la vida eterna! ¡Qué gavillas de bendición eterna recogeremos!

¡Qué día de fiesta el día de la siega tan hermosa! ¡Señor, concédenos por amor de tu Hijo, que seamos del número de estos afortunados segadores!



Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
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